lunes, 17 de diciembre de 2007

Diario de un aceitunero

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En la imágen mi hija sosteniendo un ramillo de la variedad royal en su punto óptimo de recogida
y otras más sueltas en la mano
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Desde el la última entrada hemos seguido recogiendo las olivas. El sistema que tenemos para que cunda un poco el trabajo es que dejamos de un día para otro la aceituna recogida, luego al día siguiente la cargamos en el carro y toda la de ese día la cargamos, sobre la dieciseis treinta recogemos todo y marchamos a la cooperativa

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Entre las variedades que he podido ver que están plantadas son picual, manzanillo de Jaén, cornezuelo y royal. Se puede hacer una diferencia entre ellas - es evidente- la picual se ve que es la más menudilla, no está del todo negra, esta virada entre verde y morada, y parece que habrá tenido un frio porque presenta el grano arrigado.

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Coinciden todas en que este año, es facil la recogida, la sequía tan atróz que tenemos hace que en algunas pozas se puede ver todavía el abono sintético del año pasado, y también la fragilidad de las ramillas que quiebran por nada

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Llevamos un buen ritmo de recogida, hoy si sumamos las etiquetas de entrega, bamos dos personas por los tres mil kilos. Ayer domingo nos quedamos varias horas durmiendo en casa, el cansancio nos vencía, volvimos al tajo sobre las once horas

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Están apareciendo nubes, no existe atisbo de humedad alguna, el terremo es una tortura medieval para los pies que acaban pidiendo a gritos un descando

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¿Contentos?, dentro de lo que cabe, pues si. Se advierte que tenemos un buen color de cara, la barriga cervecera de antes, ha desaparecido. Un análisis de colestero, dará unos valores bien bajos. La comida es el momento mejor, es delicioso el pan con aceite

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